Alzheimer: En Busca de la Cura


El Alzheimer, enfermedad que roba la identidad de la persona que la padece, es causa de sufrimiento para millones de personas en todo el mundo. Actualmente no existe una cura.

Pero, ¿cómo de lejos estamos de conseguirla? Quizás estemos más cerca de lo que pensamos.

En la enfermedad de Alzheimer (EA), un signo claro es una mayor concentración del péptido amiloide en la corteza cerebral formando las denominadas placas neuríticas.


amyloid.jpg


Esta acumulación provoca una respuesta neuroinflamatoria, que es incapaz de resolver el problema, y en la que finalmente se produce la muerte neuronal. Es por ello que la mayoría de los ensayos clínicos se han centrado en estas placas para curar la EA.

Ninguno de estos ensayos ha resultado satisfactorio. Quizás, el problema es que hemos elegido al amiloide como la causa, cuando podría ser un síntoma de la enfermedad. Es como si intentáramos curar una enfermedad bacteriana, centrándonos solo en la fiebre producida por dicha infección. El objetivo no ha sido el correcto.


wrong-target.jpg


Existe otra posible causa, en la que la edad del paciente tiene un rol importante. Viendo las estadísticas está claro que la vejez es un factor de riesgo a la hora de sufrir la enfermedad.


casos-alzheimer.jpg


La posible causa podría estar relacionada con el envejecimiento de las células de la microglía. Éstas son capaces de eliminar estos depósitos de amiloide en la corteza cerebral, pero a medida que el sujeto envejece esta capacidad se ve mermada.

¿Y cómo envejece la microglía?

La respuesta puede estar en el telómero.


telomere.jpg


El telómero es una región que se encuentra al final de los cromosomas. Su función es la de proteger al cromosoma de su deterioro. Para que se entienda mejor, el telómero vendría a ser el herrete del cordón de tu zapato.


herrete.jpg


Sin embargo, el telómero se acorta con cada división celular. Al acortarse, la expresión genética cambia (i.e. fenotipo), ocasionando un menor recambio de móleculas que son necesarias para nuestro organismo.

Aunque las neuronas adultas no se dividen, sí lo hacen las células gliales que dan soporte a dichas neuronas, y entre ellas se encuentra la microglía. Al envejecer, la microglía se vuelve menos eficiente a la hora de eliminar los depósitos de péptido amiloide. El aumento de estos depósitos provocan unos daños que las neuronas no pueden tolerar, provocando su muerte.

¿Podemos devolver a los telómeros de la microglía su longitud original?

Es aquí donde entra en juego la enzima telomerasa, presente en las células germinales y que permite el alargamiento de los telómeros. Si conseguimos “resetear” la longitud de los telómeros de la microglía, esta podrá volver a funcionar como en un individuo de 20 años, previniendo así los depósitos de amiloide y la posterior aparición de la EA.


telomerase.jpg


El uso de la telomerasa ya se está considerando para curar el Alzheimer. Ese es el objetivo de la empresa Telocyte. Otra empresa Life Length, fundada por la doctora María Blasco (directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) ya nos ofrece la posibilidad de medir la longitud de nuestros telómeros.

Esperemos que está sea una vía que nos permita curar el Alzheimer, además de otras enfermedades asociadas con la edad.


Referencias